Claudia Sheinbaum afirmó que Olinia no nace para pelear con autos grandes ni para presumir contra marcas globales. La apuesta, dijo, va hacia el centro de las ciudades y hacia trayectos cortos, con lógica de movilidad diaria.
El mensaje llegó en la mañanera de este lunes 15 de diciembre, desde Palacio Nacional. Ahí insistió en la idea clave: Olinia es mini vehículo eléctrico, pensado para ciudades mexicanas. En esa visión, el proyecto busca utilidad, no duelo de fichas técnicas contra sedanes pesados o transporte público.
También amarró calendario. El objetivo oficial coloca el prototipo a mediados de 2026. Después vendría el salto fuerte: la producción en serie de Olinia durante el primer trimestre de 2027, si el desarrollo mantiene ritmo y el plan industrial se sostiene.
Detrás de esa fecha aparece Puebla como base de trabajo. Sheinbaum recalcó que cerca de 70 profesores e investigadores participan en esa parte del proyecto. A la vez, el esfuerzo académico suma más de 200 especialistas, con meses de trabajo encima.
Olinia, además, se plantea como apuesta de estado. Participan la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, el Tecnológico Nacional de México, el Instituto Politécnico Nacional y la UNAM. La intención apunta a diseño nacional, con condiciones reales de movilidad como punto de partida.
Modelos de Olinia.
Olinia no va contra los grandes vehículos de pasajeros como Tesla
La historia reciente del proyecto tiene fecha concreta. El 6 de enero de 2025 se presentó Olinia como primera marca nacional de autos eléctricos diseñada y fabricada en México. La gama promete tres modelos y precios de 90,000 a 150,000 pesos, con enfoque popular y urbano.
Ese rango también explica por qué Sheinbaum insiste en que no rivaliza con los grandes vehículos de pasajeros como Tesla. Olinia se coloca frente a scooters, bicimotos, motocicletas y autos seminuevos, con la idea de ofrecer alternativa eléctrica de entrada. Tres carrocerías cubren la apuesta: compacto de dos puertas, sedán de cuatro puertas y versión de carga ligera para entregas.
Claudia Sheinbaum dijo que cualquiera puede comprarlo para transporte individual, pero marcó un nicho claro: sustitución de mototaxis y soluciones de carga menor. El ejemplo directo fue el Centro Histórico de Ciudad de México, además de otras ciudades.
Plataforma de Olinia.
El reto técnico tampoco queda corto. El proyecto busca más de 100 kilómetros de autonomía y velocidad máxima de 90 kilómetros por hora, con prioridad en ligereza, estructura reforzada y sistema eléctrico optimizado para uso urbano. Entre las promesas más provocadoras está la carga en cualquier tipo de enchufe, con ambición de volver simple lo que hoy suele complicarse.

