El precio de Bitcoin puede seguir dominando los titulares, pero entre analistas y estrategas institucionales, la atención se está desplazando silenciosamente hacia otro lugar.
En lugar de debatir si Bitcoin puede recuperar impulso alcista en el corto plazo, los observadores del mercado se centran cada vez más en una pregunta más profunda: si las señales estructurales que una vez guiaron de manera confiable el ciclo de cuatro años de Bitcoin están comenzando a fracturarse.
El cambio se produce en un contexto de indicadores de demanda decrecientes, flujos de intercambio en aumento y una división creciente entre analistas.
Por un lado, algunos creen que Bitcoin está entrando en una corrección tradicional posterior al pico. Por otro lado, otros argumentan que la cripto pionera puede estar liberándose por completo de su ciclo histórico.
El analista Daan Crypto Trades argumenta que el comportamiento reciente del precio ya ha desafiado una de las suposiciones estacionales más confiables de Bitcoin.
En lugar de señalar un colapso definitivo, el bajo rendimiento sugiere fricción. Las entradas de ETF y la acumulación corporativa están siendo absorbidas por la distribución de poseedores a largo plazo, silenciando el impacto que esas entradas una vez tuvieron en el precio de BTC.
Esa tensión estructural también es visible en los datos del mercado al contado de EE. UU. Según Kyle Doops, la prima de Bitcoin de Coinbase, a menudo utilizada como indicador de la demanda institucional estadounidense, ha permanecido negativa durante un período prolongado.
El mensaje no es capitulación, sino vacilación, lo que significa que el capital está presente, pero no dispuesto a perseguir.
Los datos en cadena destacan la necesidad de una interpretación cautelosa, ya que las entradas de Bitcoin a los intercambios aumentan a niveles históricamente asociados con comportamiento de final de ciclo.
Históricamente, picos similares han coincidido con fases de toma de ganancias en lugar de períodos de acumulación temprana.
El analista en cadena Ali Charts argumenta que a pesar de los cambios estructurales, la simetría temporal de Bitcoin sigue siendo sorprendente.
Si ese patrón persiste, el analista sugiere que el mercado ahora puede estar dentro de su ventana correctiva. Los retrocesos históricos implican mayor caída antes de un reinicio duradero.
A nivel institucional, las opiniones están divergiendo sin volverse caóticas. El jefe de estrategia de criptomonedas de Fundstrat, Sean Farrell, reconoció las presiones a corto plazo mientras mantiene un marco alcista a largo plazo.
Esa posibilidad es respaldada por Tom Lee, cuya opinión ha sido amplificada en los comentarios cripto, sugiriendo que Bitcoin pronto romperá su ciclo de 4 años.
Jurrien Timmer de Fidelity adopta la postura opuesta. Según Lark Davis, Timmer cree que el pico de octubre de Bitcoin marcó tanto un máximo de precio como temporal, con "2026... un año bajista" y soporte formándose en el rango de $65,000–$75,000.
En conjunto, estas perspectivas muestran por qué los analistas ya no se fijan únicamente en el precio de Bitcoin. El próximo movimiento de la cripto pionera puede no decidir quién era alcista o bajista, sino si el marco que ha definido su mercado durante más de una década todavía se aplica en absoluto.

