Con el crecimiento de la competencia global, especialmente desde China, ¿cómo mantiene Hyundai su relevancia e innovación a largo plazo?
Estamos viviendo una era de incertidumbre, tanto en los negocios como fuera de ellos. Vemos cómo las marcas chinas están creciendo rápido, no solo en China, sino en todo el mundo. En la electrificación ya no hay legado: todos estamos empezando desde la misma línea. La tecnología, el diseño y el producto son los factores más importantes, y ahí es donde buscamos diferenciarnos.
Nuestra visión es el ‘progreso para la humanidad’. Esa es la clave. Todos pueden tener tecnologías similares, pero lo que importa es cómo las usamos y cómo las hacemos distintas. Para nosotros, la innovación siempre es centrada en las personas. Esta dirección es lo que nos separa del resto.
Hyundai ha desarrollado campañas y experiencias recientes que generan un vínculo distinto con el público. ¿Cómo están transformando la relación con los clientes?
Hoy casi todas las marcas tienen tecnologías similares; lo que cambia es cómo las aplicamos. Un ejemplo es la campaña Tree Correspondence. Usamos tecnología de IA en los árboles del Ionic Forest, parte de nuestras acciones de responsabilidad social. La inteligencia artificial analiza el entorno del árbol y lo convierte en un informe, como si fuera un corresponsal. La tecnología ayuda a la naturaleza a tener su propia voz, y por eso esta campaña ganó un Cannes Gold Award. Acciones así nos ayudan a pasar de ser vistos solo como una marca de autos, sino a convertirnos en una marca de movilidad innovadora y creativa.
¿Cómo ha evolucionado la percepción global de Hyundai y cuáles son los retos para fortalecer su imagen en mercados como México?
Cuando me uní a Hyundai hace casi veinte años, éramos fast followers. Hacíamos mucho benchmark con Toyota y a otras marcas. Ahora la percepción cambió: somos líderes globales de movilidad. Nuestro presidente ejecutivo fue nombrado líder de la industria por Automotive News, y su visión —el progreso para la humanidad— une a todo Hyundai.
Hemos avanzado por tres razones: nuestro liderazgo, nuestra innovación tecnológica y nuestra energía creativa interna. Todo esto nos transformó de una marca que sólo hacía buenos autos, en una marca global de movilidad.
Para mercados como México, el primer paso es escuchar al cliente. Ser una marca global significa respetar la cultura y el estilo de vida de cada mercado. A partir de ahí diseñamos el producto, el marketing y el branding. Así enfrentamos los retos y cumplimos con lo que cada país necesita.

